Praga
Praga, la capital de la República Checa, es una ciudad cargada de historia, cultura y arquitectura impresionante. Situada en el corazón de Europa, se caracteriza por su hermoso casco antiguo, que parece sacado de un cuento de hadas. Su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga un sinfín de monumentos que datan de la Edad Media, como la majestuosa Plaza de la Ciudad Vieja, con su reloj astronómico, y la Iglesia de San Nicolás. La ciudad ha sido testigo de importantes eventos históricos que han marcado el destino de Europa Central, lo que se refleja en sus calles y edificios.
El puente de Carlos, uno de los emblemas más conocidos de Praga, conecta la Ciudad Vieja con la Ciudad Pequeña (Malá Strana) y ofrece una vista panorámica espectacular del río Moldava y del castillo de Praga. Este puente de piedra, construido en el siglo XIV, es un lugar imprescindible para los turistas y un símbolo del alma medieval de la ciudad. A lo largo del puente, los visitantes pueden admirar estatuas barrocas y disfrutar de la vibrante atmósfera creada por artistas y vendedores ambulantes. Además, el castillo de Praga, con su imponente fortaleza, es uno de los complejos más grandes del mundo y ofrece vistas panorámicas sobre la ciudad.